MARZO NUEVE

MARZO NUEVE
MARGARITA BELLO DAMIÁN
El próximo lunes 9 de marzo está convocada un paro, una huelga general de mujeres para recordar a nuestro país, incluidas nosotras mismas, cómo sería un ambiente sin el género femenino. Han proliferado las participaciones de varios articulistas hombres y mujeres que han generado una gran discusión nacional. El doctor José Antonio Crespo, por ejemplo, expresó en Excelsior que el paro habría pasado desapercibido si Andrés Manuel no lo hubiese denostado diciendo que está manipulado por la derecha mexicana. Tiene razón, más valía al ejecutivo y su esposa no tratar a las mujeres y sus acciones como enemigas.
Supongamos, sin conceder, que la derecha convocó esta huelga general de mujeres o la está dirigiendo y/o manipulando. Demuestra entonces la derecha una mayor sensibilidad y más solidaridad que la izquierda ante la situación tan desfavorable en que nos encontramos las mujeres de México. ¿De qué me sirve la supuesta izquierda mexicana si no levanta la voz para protegerme, para exigir mayor seguridad para las mujeres? Sin embargo, no se trata de partidos ni de adjetivos, sino de sobrevivencia elemental. No podemos seguir ignorando el incremento de los feminicidios, el aumento de la violencia y el auge del acoso sexual en contra de todas las mujeres.
Esta huelga general se trata de mantenernos vivas, porque, como bien expresó Ana María Olabuenaga en Milenio el 24 de enero, “Muerta no eres ni de derecha ni de izquierda. Muerta no eres conservadora ni liberal ni neoliberal ni antiliberal. Muerta no eres progobierno o antigobierno. Muerta no hay partido. Muerta no eres. Muerta no estás. De eso trata el paro del 9 de marzo. De hacer más hondo el silencio para que todos los que tienen que oír escuchen una sola pregunta: ¿Y si un día nos matan a todas?”
Este momento coincide con mi propia lucha en contra de cinco individuos que me han hostigado desde sus posiciones de poder en una gran compañía trasnacional. Si una mujer adulta, preparada, con una empresa propia y con los recursos mediáticos para luchar puede ser robada, hostigada y hasta golpeada por cinco sujetos que se niegan a realizar su trabajo de distribución solapados por sus jefes y por su sindicato, es entendible que haya jóvenes y niñas solas y desprotegidas que han muerto o sufren violencia a manos de individuos deleznables que se aprovechan de su fuerza masculina y sus minúsculos cotos de poder.
No nos engañemos diciendo a mí no me ha pasado, no me pasa o no me pasará. A menos que ya estés enterrada, tu vida corre peligro en cada camino, en cada calle, en cada trabajo que ejerzas, en cada hogar que habites porque el enemigo no es sólo externo y desconocido. Es, casi siempre, aquél que te ha bajado la luna y las estrellas para convertirse después en tu verdugo o aquél que como padre, hermano, tío o primo tendría que cuidar de ti.
No es la primera vez que me enfrento a un sistema corrupto. Lo hice a principios de mi carrera en 2004 en la Uagro contra hombres que fungían como profesores y directivos y no querían perder sus jugosos negocios de rifas ilícitas, lo hago ahora contra un sindicato que protege a acosadores y flojos. Voy a participar en esta lucha de marzo nueve porque propone demostrar que nuestra vida, nuestra voz, nuestro trabajo y nuestra participación en la sociedad valen mucho y que un día sin nosotras es nada.
https://margaritabeldam.wordpress.com


KAVANAUGH, RATIFICACIÓN BAJO PROTESTA

Kavanaugh, ratificación bajo protesta.

Margarita Bello Damián

La lucha en la arena política entre los dos partidos mayoritarios en Estados Unidos, el demócrata y el republicano, se trasladó al ramo judicial esta semana. El ministro en retiro Anthony Kennedy, conservador con efluvios liberales, podría ser sustituido por la propuesta del presidente Donald J. Trump, Brett Kavanaugh de 53 años y juez de la corte de apelaciones del distrito de Columbia, quien sostiene una línea más conservadora en asuntos capitales. La Suprema Corte de Justicia había mantenido una inclinación liberal en casos como Roe v. Wade a partir del cual se legalizó el aborto y en la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo gracias a Kennedy, pero los conservadores se impondrían si el nominado Kavanaugh logra ser confirmado por la Cámara de Senadores.

Acorde con The Daily, el podcast del The New York Times conducido por Marco Barbaro, la conformación y tendencia conservadoras de la Corte Suprema han sido el objetivo de todos y cada uno de los gobiernos republicanos en los últimos treinta años. Esta administración y este año son decisivos para lograr su meta. Estarían revirtiendo décadas de luchas a favor de los derechos de las mujeres y de las minorías, impidiendo avances en temas de igualdad e imponiendo su visión retrógrada desde las más altas esferas del poder norteamericano. Las tres ramas de gobierno estarían controladas por los republicanos.

Las audiencias de ratificación a su hombre en la Suprema Corte hallan a Donald J. Trump en medio de un campo de batalla con varios frentes. Más de 300 medios nacionales protestaron en su contra hace unas semanas, la circulación del libro de su antigua asistente Omarosa Manigault donde demuestra con grabaciones sus arrebatos racistas y denigrantes, las declaraciones de su exabogado Michael Cohen implicándolo en un delito federal, la publicación este miércoles de una editorial anónima de un colaborador de alto nivel que lo llama amoral y un próximo libro titulado Miedo de Bob Woodward, con entrevistas a sus asistentes en donde lo tildan de loco y peligroso, muestran a un presidente que no se encuentra en su mejor fase como jefe del ejecutivo y a quien incluso se debería destituir para indiciarlo.

Es así que la lucha por el control de la Suprema Corte dio paso a una audiencia de confirmación inusual trasmitida en vivo la mañana del martes 4. El juez Brett Kavanaugh resistió en silencio durante horas el intenso debate que se realizó frente a él por parte de los integrantes del Senado, cuando cada uno hizo uso de la palabra para externar su opinión sobre su persona. En tanto los demócratas expresaron sus dudas acerca de su capacidad, credibilidad y honorabilidad, los republicanos formaron barricadas en su defensa. Al ser una audiencia pública, los gritos en contra de Kavanaugh fueron una regla a lo largo de la mañana. Casi siempre era una mujer activista quien interrumpía con acusaciones o demandas ininteligibles a través de la televisión, pero claras por la sonoridad de las voces y por su intención de boicotear la ratificación del nominado como Ministro de la Suprema Corte de Justicia.

La audiencia del miércoles 5 inició con un panorama similar de protestas sostenidas por mujeres blancas de mediana edad, quienes interrumpían la audiencia de ratificación, mientras los senadores interrogaban en turnos de 30 minutos al nominado. Después de dos días de un bombardeo intenso al juez Kavanaugh por parte de los demócratas, haciéndolo titubear, sonrojarse y poniéndolo en jaque en diferentes ocasiones al grado de que el presidente del comité, republicano él mismo, tuvo que intervenir para defenderlo como se hace con un niño pequeño. Eran las seis de la tarde del miércoles y las audiencias concluyeron sin que el juez Kavanaugh haya sido ratificado como el noveno integrante de la Suprema Corte Justicia de Estados Unidos (SCOTUS), sin embargo, creo que lo más importante de audiencias tan largas y polémicas como éstas es la demostración de que los Estados Unidos siguen tratando de mantener su espíritu democrático al ventilar en un debate público la enconada lucha entre los integrantes del Senado para confirmar a un futuro ministro de justicia de la nación.