Tráfico de personas

La trata de personas, en particular, la de mujeres es un tema que está siendo abordado desde diferentes ámbitos de estudio y a la cual se le está dando mucha difusión en la actualidad. Durante las semanas anteriores leí algunos artículos de la Revista Nexos sobre la esclavitud a la que son sometidas muchas mujeres por hombres jóvenes y viejos, por otras mujeres y, a veces, por familias completas que han hecho de este delito un “negocio familiar”.

Antes de leer los mencionados artículos, había visto una pequeña parte de la entrevista de Adela Micha a algunas chicas que habían sido obligadas a prostituirse. En sus propias palabras, con un discurso muy hilvanado y coherente, la primera de ellas daba la cara y decía cómo había iniciado su relación “amorosa” con su explotador, cómo la había forzado a mantener relaciones con muchos hombres, cobrando cantidades entre 300 a 500 pesos durante los siete días de la semana y en turnos que podían alcanzar las doce horas, dándole apenas un poco de dinero para su manutención.

Todos estos sucesos se fueron acumulando en mi memoria y en mi corazón porque -aunque no es un delito que ignoraba- ratificaba que ante las situaciones de crisis en todo el mundo, el cuerpo de todas nosotras se ha convertido en una de los medios más fructíferos para solucionar los problemas económicos de algunos pocos. El negocio de la trata de mujeres en especial se disemina como plaga porque como parafrasea un proxeneta –el hombre que obliga a la mujer a prostituirse- “las mujeres nunca se acaban”.

Recordar que en el centro de nuestro país existe un pueblo llamado Tenancingo en Tlaxcala que arrastra tristemente el primer lugar internacional en producción de padrotes, proxenetas o lenones y que la mayoría de sus niños aspira a convertirse en uno en cuanto sea adolescente es motivo de vergüenza para México. Que la abuela y el abuelo, la madre o madrastra, el padre y todos los parientes y amigos orienten al niño hacia este negocio suena aterrador.

El estado de Puebla en la República Mexicana, acaba de aprobar una ley que transforma el delito de rapto por el de privación ilegal de la libertad con fines sexuales. Esta nota que apareció la semana pasada en los medios es importantísima para los hechos que comento porque, aunque el rapto ha sido considerado como una tradición –en ocasiones romántica- enaltecida por las películas de los años cincuenta del siglo pasado, es aprovechada por los delincuentes sexuales quienes como verdaderos depredadores mantienen una vigilancia estrecha a sus posibles víctimas. Las localizan, las estudian, se les acercan y les dedican el tiempo suficiente para lograr enamorarlas y convencerlas de acompañarlos a otra ciudad –que puede ser el propio pueblo de Tenancingo- en donde las iniciarán en la prostitución por las buenas o por las malas.

Por su cercanía a Tlaxcala, Puebla ha sido uno de los estados que más víctimas de explotación sexual ha aportado a los padrotes. Si el Congreso ha tomado un primer paso para cambiar el uso de la palabra rapto -que durante mucho tiempo refirió a una forma romántica de consumar un matrimonio-, por el de privación ilegal de la libertad con fines sexuales, las autoridades tendrán un asidero legal para detener a todo aquel sujeto que con engaños arrebate a una jovencita de su hogar.

La tarea de acabar con el lenocinio es enorme porque las autoridades se enfrentan a un negocio trasnacional que envía millones de dólares desde el extranjero y que implica una red de corrupción muy arraigada. La sociedad en general debe conocer sobre él porque conlleva un grado de degradación que ningún ser humano merece sufrir jamás.


Efecto Mariposa

“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”
Proverbio chino.

Hoy el nombre de mi columna hace referencia a un concepto dentro de la Teoría del Caos que explica que una mínima variación en un sistema dado puede repercutir en muchas formas diferentes. En referencia a la naturaleza el aleteo de una mariposa podría, en ciertas condiciones, cambiar un ecosistema completo.

Esta semana, en una de esas grandiosas confabulaciones del universo, conocí a una mujer maravillosa, inteligente, emprendedora y muy bella que conduce su propio programa de radio llamado Efecto Mariposa. Aurora Medina y su programa tienen su sede en San Francisco, California en Estados Unidos. Lo transmite a diario por KCNL 104.9 FM y por http://www.ustream.tv/channel/efecto-mariposa desde hace tres años y lo produce con su dinero, por lo que es una producción independiente.

Aurora Medina es una mujer con dos maestrías, una en psicología transpersonal y otra en espiritualidad de la mujer. Es una apasionada de la vida que disfruta intensamente cada momento. Dejemos que ella misma hable como lo hace en su página de Facebook: Soy una activista en pro de los derechos de la mujer. Mi pasión es la radio y la superación de las mujeres. O como me lo dijo en un mensaje inbox: Mi programa se llama Efecto mariposa porque si la mujer cambia, todo a su alrededor cambia. La mariposa, además, es símbolo de transformación y a mí me gusta que la mujer se transforme.

Pude comprobarlo porque, sin conocerme, Aurora decidió que un artículo mío valía la pena para compartirlo ese mismo día martes 23 de agosto en su programa de radio, especializado en temas tabúes de la comunidad hispana en Estados Unidos. A las seis de la tarde escuché Efecto Mariposa con Aurora y sus invitadas de honor quienes leyeron y comentaron mi artículo Las hijas de Onán e hicieron referencia a mi blog. Mi esposo, mi hijo y yo pudimos escucharlas en diferentes lugares y estamos muy orgullosos de que mi escrito haya trascendido fronteras. Además, Aurora prometió leerlo la próxima semana en otra emisión de su programa de radio.

Estupendo ¿no? ¡Maravilloso! Una mujer que tiene una visión femenina y feminista de los sucesos, que lucha por el empoderamiento de la mujer y lo refleja en su vida diaria. He negado siempre ser feminista porque no tengo la teoría necesaria para declararme como tal, y porque he conocido una pequeña vertiente un tanto obcecada donde las jerarquías inventadas valen más que la identidad como mujer, donde predomina un machismo femenino más que la sororidad.

Es decir, en lugar de dejar que la hermandad entre mujeres –sororidad- sea la que regule nuestras relaciones, algunas feministas están empeñadas en ser ellas las que figuren porque tienen cierto conocimiento del tema y no se interesan en lo que una novata pueda aportar. Tienen grupos que más bien parecen mafias, donde sólo unas cuantas deciden lo que es bueno y lo que no para el resto de las mujeres sin mayor brújula que sus emociones, prejuicios y carencias.

Por eso, encontrarme con un grupo de mujeres generosas, entusiastas y muy comprometidas con el feminismo, al igual que con sus propios campos de acción como Aurora Medina en la radio, Martha Barragán en el humorismo y la caricatura y Patricia Medina en la nutrición fue un gran impacto en mi vida. Puedo decir que si ser feminista es ser como ellas, ¡Yo quiero ser feminista!

Publicado en Vertice el 27 de agosto de 2011.

BREVESPACIO ES COMENTADO EN EFECTO MARIPOSA 30 de agosto de 2011


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En el minuto treinta y dos, la conductora Aurora Medina habla sobre Brevespacio, la autora y los artìculos Las hijas de Onan y Orgasmos mùltiples.